Finalizó la tercera edición del Encuentro Latinoamericano de Teatro Independiente

Durante 4 días, más de 28 artistas provenientes de  Cuba, México, Uruguay, Ecuador, Puerto Rico, Chile, Nicaragua, Bolivia y Perú compartieron sus trabajos y experiencias artísticas en la tercera edición del Encuentro Latinoamericano de Teatro Independiente organizado por el Grupo teatral UmaMinga de Buenos Aires en co-producción con el Centro Cultural Kirchner. En esta ocasión el encuentro albergó a más países que las ediciones anteriores, hubo más actividades y se duplicó la afluencia de público y participantes que estuvieron presente en las tres sedes del encuentro: Timbre 4, Andamio 90 y La Carpintería.


En esta tercera edición del ELTI se realizaron Obras, Performances, Talleres, Cine Documental, Intervenciones Urbanas, Música, Muestras Fotográficas, Libro Liberado, Campeonato de Creación. Al  finalizar de cada actividad hubo una instancia de charla-debate con los grupos participantes y el público presente moderada por la crítica e investigadora teatral: Vivian Martínez Tabares de Cuba.

El Grupo UmaMinga destaca: “Hay que ponerle mucha energía, mucha dedicación y mucho amor a cada Encuentro. Hemos crecido mucho gestionándolo,  dándole forma, profundizando en nuestro Trabajo de Grupo. Estando acompañadas hace que el Encuentro cobre sentido. Este año, con la co-producción con el CCK posibilitó, no solo una buena plataforma de trabajo, sino también más proyección del Encuentro. Creemos fundamental que el estado apoye este tipo de eventos culturales,  de fomentar el teatro local y latinoamericano. Se valora enormemente la decisión política de llevar adelante el fomento al arte latinoamericano y local.”


Entre los integrantes de esta nueva edición se encuentra Violeta Luna de México quien destacó: “Este Encuentro me parecen muy importante por su diversidad, tanto en las diferentes aproximaciones al lenguaje escénico así como por diálogos creativos, que se generan. Esto nos permite establecer conexiones con la cultura y la identidad del país a través de la mirada creativa de l@s artistas locales. Y sobre todo seguir elaborando una identidad  Latinoamericana en las artes escénicas.” Por su parte, Diego Aramburu de Bolivia agrega: “El ELTI tiene valores y el plus de ser un evento realizado de manera artesanal, por lo tanto, tener la fuerza de lo íntimo, del encontrarse en casa, entre los participantes, y eso siempre aporta muchísima más comunicación y esto se traduce en oportunidades.”

Mientras que, Santiago Roldós de Ecuador, destacó: “El ELTI pretende y logra ser un encuentro vibrante, donde las presencias se desbordan más allá de la duración del evento. Es emocionante haber atestiguado la increíble red de apoyo y solidaridad, fraterno y afectivo, que recibe UmaMinga de su gente cercana. Sólo podemos estar profundamente agradecidos por lo que UmaMinga ha hecho para contribuir a reafirmar en nosotrxs las rupturas y tradiciones del teatro latinoamericano.” En la misma línea, Osvaldo Doimeadios de Cuba agrega: “El ELTI me dio la posibilidad de dialogar en escena con otras propuestas escénicas del continente y con un nuevo público. Estoy muy agradecido.”


Como actividad especial, el sábado 24 de octubre, a las 22.30Hs. se realizará una única función de la obra: De la vulnerabilidad de algunas de nuestras pequeñas grandes empresas, una creación Colectiva de UmaMinga (Argentina) y Muégano Teatro (Ecuador). Nacida del intercambio de ambos grupos, en el ELTI edición: 2013. Sede: La Carpintería. Bono contribución: $80. Entradas por Alternativa teatral.

Sobre UmaMinga
Fundado por Verónica López Olivera, Maite Velo, Gabriela Julis, Ignacio Masjuan y Florencia Suárez Bignoli. Es un grupo de artistas que desde el año 2008, desarrollan diversas producciones artísticas en la escena porteña. Su nombre está compuesto por dos palabras de origen Quechua: UMA, que significa: Espíritu, Cumbre y MINGA (minka): es una antigua tradición de trabajo comunitario o colectivo con fines sociales. La importancia de la minga radica en el valor actitudinal del evento, ya que ante la convocatoria, la gran mayoría de la población se movilizaba y organizaba de tal manera, que el esfuerzo que representaba, se convertía en una verdadera celebración de vida, de amor, en una auténtica fiesta. Se rescata la esencia de esta forma de trabajar y compartir en un colectivo.

  

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